Deporte y rendimiento deportivo

Se ha de diferenciar entre actividad física, ejercicio y deporte. Pero los tres conceptos tienen en común denominador en que se han de realizar con seguridad. Se ha de valorar no tener enfermedades que contraindiquen sobre todo el ejercicio físico o el deporte o al menos conocer los límites de hasta donde pueden llegar.

En el alto rendimiento y mejora de marcas personales donde el atleta habitualmente expone su cuerpo a un desgaste intenso y buscando altos limites, es muy importante las valoraciones nutricionales-dietéticas para que no existan carencias, y para tener una buena recuperación post ejercicio como también el acompañamiento psicológico deportivo. Estos estos casos, además del chequeo físico que contempla la valoración del deportista a través de un cuestionario, la exploración física con estudio de la composición corporal, ecocardio-doppler, prueba de esfuerzo cardiorrespiratoria y metabólica (obtención de los umbrales aeróbico, anaeróbico, formación de lactatio, consumo máximo de oxígeno, entre otros parámetros), se puede optar para la valoración dietética y nutricional, como también la preinscripción de suplementación deportiva, psicología deportiva y crear un programa de entrenamiento con hipoxia intermitente. 

Este último, se trata de mejorar el rendimiento deportivo a través del fenómeno de hormesis. El cual se define como una respuesta adaptativa beneficiosa para la supervivencia, que utilizan los seres vivos ante situaciones medioambientales nocivas para la salud. El entrenamiento con hipoxia simulada crea una adaptación del corazón, pulmones, muscular, metabólica y mitocondrial (fábricas de energía que hay en las células) con la finalidad de ser más resistentes en el momento que falta el oxígeno en los tejidos como en el caso del deporte de alta intensidad o en patologías cardiorrespiratorias.

El objetivo es disfrutar del ejercicio físico y del deporte, pero con seguridad.